Teletrabajo: el reto personal en la nueva era industrial

La tecnología ante una «nueva normalidad» tras Covid-19
5 junio, 2020
Show all

Teletrabajo: el reto personal en la nueva era industrial

Economía transformó la forma de trabajar para empresas y personas. El teletrabajo es evidencia y exigencia de este cambio.

Es una realidad tangible e imparable. Son cada vez más las empresas que entienden el potencial de que sus trabajadores no estén siempre fijos, tras las paredes de una oficina, en horarios fijos. Son cada vez más las personas que entienden y disfrutan las posibilidades de trabajar constantemente en un lugar diferente de acuerdo a la naturaleza de su ocupación.

Las circunstancias de la economía y la misma naturaleza de los nuevos tipos de empleo están haciendo que la lógica de “trabajar” se transforme. Hace 100 años, como lo destaca el respetado científico social Alvin Toffler, la línea de producción de la fábrica era el modelo, era el estándar que guiaba los procesos de producción en cualquier industria, y era eso, una línea de obreros en un lugar en un mismo momento bajo un estricto orden de complementación para dar un producto. La máquina humana.

Pero con el avance de tecnologías más autónomas y la complejidad de la economía de consumo, la lógica de esta máquina también debe cambiar. Desde la educación y la formación hasta el trabajo, deben hoy acoger y capitalizar las alternativas que vive la movilidad y la multiconectividad de este siglo, que es solo un portal a transformaciones más profundas.

En el siglo de los servicios, la máquina humana de la primera era industrial es solo una versión, la más básica, de nuestro potencial productivo. La economía mundial, como se evidenció en la más reciente cumbre del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, avanza en la “cuarta revolución industrial”, ante lo cual allí se hizo un llamado a la adaptación que se debe dar de parte de los seres humanos en la nueva era digital. Dada la gran influencia y los avances tecnológicos actualmente, durante el foro se buscó incentivar a las naciones a participar de la nueva revolución industrial.

El fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, hizo, en febrero de este 2016, un llamado a los líderes mundiales a que revisen sus políticas para adaptarlas a los cambios que se avecinan.

Aún no estamos suficientemente preparados para esta cuarta revolución industrial y temo que llegará como un tsunami y transformará todos los sistemas y procesos”, dijo Klaus Schwab.

Las empresas intensivas en tecnología, y especialmente las concentradas en software, tienen facilidades de adaptación y condiciones específicas naturales para implementar y hacer teletrabajo con grandes resultados.

El contexto nacional y su brecha de talento TI en áreas específicas son un escenario en el que el teletrabajo puede ser la solución a largo y corto plazo. En el corto, una buena implementación técnica y procedimental de esta modalidad laboral le permitirá ganar competitividad en sus desarrollos de cara al mercado global, bajo la posibilidad de hacer equipos multinacionales de trabajo sin inversiones onerosas. Y a largo plazo, fortalecer a través de formación y talento específico.

El teletrabajo tiene su ciencia y tiene sus implicaciones jurídicas y metodológicas, ya que requiere de una transformación cultural más que solo productiva y económica. Decenios de una lógica de trabajo y producción, con sus costumbres y apegos, no se cambia sin roces ni desencuentros. Pero es precisamente por eso que las empresas requieren un guía, al igual que los empleados.

Tecnologías para teletrabajar
Hay muchas tecnologías disponibles para los teletrabajadores, aunque las imprescindibles son muy pocas y justamente por ser tan necesarias son muy utilizadas y fáciles de aprender.

De todos modos, cabe una aclaración importante: que sean imprescindibles no significa que el teletrabajador deba comprarse estas tecnologías ahora mismo, sino que deberá comenzar a familiarizarse con ellas para poder comunicarse con el mundo.

Las siguientes son las tecnologías imprescindibles:

Una PC.
Conexión a Internet (de ser posible banda ancha).
Correo electrónico.
Por lo tanto, si ha utilizado PC, Internet y dispone de una dirección de correo electrónico ya está en condiciones de teletrabajar.
Las siguientes son las tecnologías recomendadas:

Sitio web propio o blog personal.
Traductor automático online o por software.
Cámara fotográfica digital.
Red social laboral online, como por ejemplo Instagram, Facebook, Twitter o LinkedIn.
Las siguiente son las tecnologías complementarias:

Software de oficina: editor de textos, planilla de cálculo, presentaciones y otros.
Software de telefonía por Internet (como Microsoft Teams, 3CX ).
Software de mensajería instantánea (como Google Talk, WhatsApp, Telegram o Tuner).
Tecnologías específicas.
Estas dependen del tipo de sector y el nivel de complejidad de la labor que desempeñará el teletrabajador.

Comments are closed.