A medida de que las redes crecen, las mismas están siendo expuestas a nuevas amenazas. Luego de que una red ha sido asegurada, el nuevo reto es garantizar el uso eficiente de los recursos de la red. Para esto hay que considerar el elemento humano y hacer políticas que incluyan este nuevo concepto en las redes. Las redes sociales y las aplicaciones multimedia crecen en popularidad, por lo que controlar contenido, recursos y ancho de banda según el usuario, garantiza que aunque las direcciones IP cambien, la red seguirá siendo eficiente. De igual forma, añadiendo el elemento humano podemos simplificar los requerimientos de la auditoría, identificando al usuario del dispositivo y no al dispositivo en su lugar. También podríamos evitar el robo de información sensible para la organización aunque los usuarios utilicen diferentes dispositivos.